Continúa la tragedia en Acapulco

Odalis y su cuñada Bertina García, de 23 y 26 años de edad, esperan sentadas en el suelo el informe médico de su bebé Marbelia, quien está internada en el hospital El Quemado en Acapulco, debido a un padecimiento en sus vías respiratorias. La bebé tiene tres meses de edad y se encuentra intubada para ayudarle a respirar.

“No sabíamos si el hospital estaba en servicio. Llegamos aquí y nos dijeron que si no la traíamos ayer, la niña no va a aguantar…”, dice Odalis Salado Hernández, la mamá de la bebé.

Las dos mujeres y la bebé viven con otras ocho personas en el poblado semirrural de Amatillos de Acapulco, donde dos adultos también enfermaron de las vías respiratorias después del huracán.

Una de ellas es la misma Odalis, mamá de la bebé Marbelia, quien lleva un cubrebocas y se suena la nariz de forma recurrente para contrarrestar la congestión nasal, al igual que su suegro, quien “tiene tos”.

A dos semanas del paso de Otisel número de personas con enfermedades respiratorias y gastrointestinales ha aumentado en el Hospital General de Acapulco El Quemado, uno de los dos que están en operación dentro del esquema IMSS Bienestar.

El huracán dejó en todo Acapulco desechos y basura orgánica, además de escombros por los daños en los edificios, que las autoridades han estado limpiando de forma gradual, pero aún es posible encontrarlos en diversas colonias. También en diferentes puntos del puerto hay charcos y agua estancada, lo que favorece la existencia de mosquitos que transmiten dengue, zika y chikungunya.

“Las llamadas enfermedades diarreicas agudas (EDAs) y las infecciones respiratorias agudas (IRAs), gastrointestinales, deshidratación, con lo que es la contaminación del agua y alimentos, todo lo que es amibiasis y parasitosis, nos ha llevado a la pérdida de líquidos en el organismo. Eso es lo que han presentado tanto la niñez como los adultos, además de la presentación de temperaturas altas e, incluso, en algunos casos, bajas, que llamamos neumonías adquiridas en la comunidad”, explica el médico Abel Tavera Pineda, subdirector del hospital.

Con información de Animal Político.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *